Se trata de una bella fuente levantada en 1839, en forma de gran pilar rematado por una bóveda y ubicada en una pequeña plaza de la que recibe su nombre. La plaza, a su vez, se llama de la Cárcel porque en una de sus fachadas existió la antigua cárcel de la ciudad, (actual Hotel Los Cántaros).
Anteriormente a la plaza, existía un primitivo abrevadero para el ganado que llegaban cargados de productos agrícolas hasta la cercana Casa de los Diezmos situada en la Plaza de la Herrería.
La conocida como Fuente de la Cárcel formó parte de la moderna red de abastecimiento de agua potable con que contó la ciudad, a partir del primer tercio del s. XVIII, cuando finalizaron las obras de las nuevas conducciones subterráneas de agua que llegaban a la ciudad desde los manantiales de la Piedad de la Sierra de San Cristóbal.
Proyectada por Fernando Moreno, presenta planta octogonal, pilastras, entablamento y una cúpula de media naranja cerrando el conjunto.
A la fuente se la dotó de cuatro grifos, empleándose en su fábrica losas de Tarifa, piedra azul de Algeciras, ladrillos sevillanos y calcarenita de la Sierra San Cristóbal.
En 1983, la fuente fue restaurada, utilizándose en la obra los colores originales, y se pavimentó la plaza con cantos rodados, al que tiempo que se inauguraba, en ese mismo año, el hotel Los Cántaros, nombre que tomó del hallazgo en el subsuelo de la cárcel de un centenar de botijas del siglo XVII, hoy depositada en el Museo Municipal de nuestra ciudad.