Esta finca contaba también con un extenso olivar como la mayoría de la superficie de explotación agrícola de la ciudad. Podría decirse que El Puerto de Santa María era un olivar a orillas del mar.
Tras la industrialización de la elaboración del vino, estos olivares fueron siendo sustituidos por viñedos hasta su práctica desaparición. Tendencia que comienza a revertirse ahora dado el rendimiento que ese cultivo ofrece especialmente en estos pagos
El nombre de esta viña procede de la familia Furlong, originaria de Inglaterra. Pedro María Furlong fue su último propietario en la segunda mitad del siglo XVIII. En este periodo el terreno dedicado a la explotación de la viña era de más de 30 aranzadas, el 98% del total de la explotación. Se encontraba en el pago del cercado “alias el Forlón”, así es como se recogía en las escrituras de la época. Limitaba con el camino de Sanlúcar, el olivar del marqués de Casa Panes, el camino de Rota y la hijuela del Arriejanal.
Esta finca tenía dos casas una denominada la Redonda y la otra de Forlón. De esta última, conocida con el nombre de la finca, se conservan restos murarios que han sido incluidos en la nueva edificación. El antiguo edificio debió de ser de gran dimensiones e interés, ya que disponía de espacio para vivienda y dependencias para llevar a cabo las faenas propias de las labores del campo en general y en especial de las faenas de la viña: lagares para la obtención de mostos y bodega para el almacenaje de estos.
Además, disponía de oratorio dotado con todo lo necesario para los oficios religiosos. Este es un elemento singular que era propio de algunas de las casas de cargadores a Indias de la ciudad y del que se tiene hay referencias en el ámbito agrícola. Actualmente se ha conservado una magnífica capilla en la cercana viña de El Carmen.
La denominación de Forlón se extendió a la denominación del “Pago” y a uno de los caminos rurales.
En la actualidad dos jóvenes emprendedores, Rocio Áspera y Alejandro Narváez, han dado vida a este viñedo y bodega donde elaboran vinos blancos y tintos ecológicos orientados a resaltar los matices minerales de la albariza de la Viña Forlong