Las culturas de los pueblos se reconocen también en el aspecto exterior de sus construcciones. Los colores tradicionales de esta parte de Andalucía, además de por la se deben a la disponibilidad de los materiales y sus cualidades. Así aplicar cal por un lado refracta el sol actuando como amortiguador de las temperaturas y por otro como desinfectante. Mezclada la cal con los tintes minerales de la zona dan como resultado el albero y el almagra, los colores tradicionales de esta comarca
En general, estas casas de viña en su mayoría siguen un estilo neoclásico, propio de mediados de los siglos XVIII a XIX.
Se levantan sobre muros y pilares y se cubren con techos a una o varias aguas y azotea sobre forjados de madera. Algunas de ellas rematadas con un cuerpo con la finalidad de lavadero o trastero.
En la fachada destaca el portal (de arcos sobre pilares o columnas) y el uso de cantería (vista o pintada) en recercados de esquinas y vanos, así como en cornisas, zócalos y pretiles.
Los colores empleados son los tradicionales: blanco, calamocha y almagra en paramentos, zócalos y poyetes; ocre de las tejas; y verde en puertas y ventanas.