Edificio fundado en el siglo XVII por la que fue, desde el siglo XV, antigua Cofradía de la Misericordia y refundida, siglos más tarde (1668), con la Hermandad sevillana de la Sta. Caridad de Cristo. La Hermandad de la Caridad portuense contó con hospital y capilla, un gran conjunto hospitalario con fachada a la C/ Micaela Aramburu y, por la trasera, a la Avenida de la Bajamar.
El nuevo hospital de la Caridad fue construido gracias a las donaciones de benefactores, muchos de ellos ricos cargadores a Indias, como los Vizarrón, Eguiarreta, Winthuissen y Valdivieso. Familias que financiaron la construcción del hospital y lo dotaron de todo lo necesario para atender a los enfermos, muchos de ellos procedentes de otros hospitales portuenses que no reunían, por entonces, las condiciones de higiene requeridos para su atención.
En 1853, con la supresión de las órdenes monásticas y cumpliendo las primeras disposiciones de la ley de la Desamortización de Mendizábal, se refundaron en este hospital de la Santa Caridad: el Hospital de San Juan de Dios, hasta entonces en la calle Misericordia; el de la Divina Providencia, en C/ Ganado -conocido como Hospitalito y hoy día Museo Municipal- y el Hospital de San Sebastián. Un nuevo hospital que pasaría, con los años, a llamarse Hospital General de San Juan de Dios y a estar gestionado por una Junta Municipal de Beneficencia.
Del antiguo edificio, actualmente, se mantiene abierta al culto la Capilla de la Hermandad de los Afligidos, construida en el último tercio del siglo XVII. Edificio de estilo barroco de una sola nave, cubierta con bóveda de medio cañón y magnífica cúpula de media naranja sobre pechinas. En el retablo mayor se conserva la talla de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, obra de autor desconocido y fechada en la segunda mitad del siglo XVII.
A la derecha e izquierda de la nave se levantan retablos laterales.
En lo referente al Hospital de la Caridad, el paso de los siglos trajo consigo un importante deterioro del edificio y la necesidad de nuevas dependencias lo que hizo que se planteara una reforma (1916). Una intervención cuyos gastos fueron sufragados por Dª Micaela Aramburu, viuda de D. José Moreno de Mora.
El edificio fue reformado, ampliado y consolidada su estructura original. Se le dotó de nuevas dependencias y de equipos más modernos e incorporaron elementos decorativos en patio y escalera: zócalo de azulejos sevillanos, solería y peldaños de mármol y un cuadro de azulejos representando a San Miguel en la subida de la escalera.
En su fachada se conserva una hornacina con el escudo de la Santa Caridad y un mosaico con la imagen de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos.