Una espectacular playa protegida por un rocoso acantilado donde descansan las murallas del Castillo de Santa Catalina. Esta fortaleza costera del siglo XVI da al paisaje de esta playa una imagen peculiar que recuerdan las estampas que podemos encontrar en el mar del caribe. Si eres amante de la fotografía es un punto único y especialmente indicado para conseguir espectaculares puestas de sol.