Éste es uno de esos casos en los que se pone de manifiesto el potencial que estas tierras tienen para generar riqueza y empleo a través del vino. Riqueza de la tierra por la mineralogía de la albariza acompañada por la climatología de estas latitudes y, potencial de la tierra, por la riqueza en capacidad creativa y de iniciativa de su capital humano. Empezando por la de Agustín Saucedo con la creación del Ciclo Superior de vitivinicultura y continuando con la de las tres mujeres emprendedoras protagonistas de esta empresa: Lucía, Desirée y Olga
En 2015, tres alumnas del Ciclo Superior de Vitivinicultura del IES Santo Domingo de El Puerto de Santa María, tomaron la decisión de emprender un proyecto para poner en práctica los conocimientos adquiridos.
El centro cedió parte de las instalaciones para acompañar y apoyar la iniciativa, a la vez de hacer seguimiento y tomar nota de las necesidades que pudieran ir surgiendo para los futuros alumnos emprendedores.
El primer desafío que se impusieron a sí mismas fue, ni más ni menos, la elaboración de un moscatel seco. Se trata de una uva, la moscatel de Alejandría, que por su riqueza en azúcares tradicionalmente es utilizada en la Comarca del Marco del Jerez para la elaboración de vinos dulces o muy dulces. Superado el “Contratiempo”, comenzaron un crecimiento que, partiendo de 1.300 botellas anuales, ronda ya las 15.000.
Su bodega artesanal se nutre de los frutos que ofrecen los pagos de Almocadén (Jerez), Balbaína (El Puerto) y el Duque (Trebujena) para elaborar tintos y blancos principalmente con las uvas Moscatel de Alejandría, Merlot y Syrah.